EL PERDÓN


El proceso básico del Curso es que nos perdonamos a nosotros mismos al perdonar a los demás, de manera que, técnicamente usted perdona a alguien y eso, correspondientemente, lo capacita para perdonarse a sí mismo. En nuestra experiencia el proceso es recíproco. Mientras más puedo perdonarlo a usted, más perdonado me siento. Mientras más perdonado me siento, más fácil me resultará perdonar a otras personas.Pero en términos del paradigma básico que expone Un curso en milagros, perdonamos a otros y, por consiguiente, nos perdonamos a nosotros mismos porque es lo mismo. Una vez aceptamos la idea de que en el mundo externo no existe nada excepto lo que nosotros ponemos allí, reconocemos un vínculo directo entre lo que hay en nuestras mentes y lo que vemos afuera. Si recuerdan, las primeras lecciones del libro de ejercicios son muy claras en su propósito de adiestrarnos en esa línea de pensamiento, y establecen claramente que no existe ninguna diferencia entre lo que percibimos afuera y lo que percibimos adentro que son nuestros pensamientos los que hacen al mundo. Así que en realidad, hablamos de una y la misma cosa.

La importancia de reconocer la primacía de perdonar a alguien que está fuera de nosotros radica en que casi toda esta culpa en nuestras mentes es inconsciente no estamos conscientes de la misma. Esto significa que sino vemos el problema, no podemos hacer nada al respecto. Pero generalmente nos percatamos de los sentimientos negativos que abrigamos hacia otras personas, así que si comienzo a sentirme molesto con usted, y lo contemplo correctamente, estoy permitiendo que el Espíritu Santo me guíe en cómo percibir y comprender lo que está sucediendo. Entonces El me dirá que todo lo que yo tenga en contra de usted es realmente el espejo de todo lo que tengo en contra mía, sólo que yo no sabía que lo abrigaba en contra de mí mismo. Esto se debe, repito, a que la mayor parte de la culpa es inconsciente. Al usted llegar a mi vida y convertirse en un problema para mí, me permite, por virtud de convertirse en mi espejo, que lo contemple y vea reflejado en usted exactamente lo que hay dentro de mí. Al cambiar mi pensamiento sobre aquello de lo cual lo había acusado a usted, lo que realmente hago es cambiar de pensamiento sobre aquello de lo cual me he acusado a mí mismo. Sin embargo, la forma puede ser diferente. De modo que de lo que hablamos es acerca de un término muy importante que no aparece en esta primera sección, y es el vocablo "proyección":proyectamos sobre el mundo lo que está en nuestras mentes.