"Tan a menudo como lo deseéis, será bueno respirar a pleno pulmón el aire vivificante de la Naturaleza terrestre creando en vuestro ser interior una muy bella imagen, la de una galaxia de gotitas de oro penetrando en todo vuestro ser, no solamente en vuestros pulmones, sino también por todos los poros de vuestra piel.
Visualizad millones de chispas de prana corriendo por vuestras venas, vertiendo en ellas la eterna energía. Comprended cómo son las embajadoras de lo que tanto deseáis para los demás y para vosotros mismos. Sentid su tranquilo frescor regenerar hasta el más pequeño de vuestros órganos. Ello contribuirá a transmutar poco a poco vuestros cuerpos y vuestras almas.
Entonces, en adelante, aprended a no absorber más el “vacío” o cualquier mezcla química, un vago compuesto gaseoso. Aprended a tomar conciencia de la Fuerza de vida que bebéis cada segundo. Que cada segundo de vuestra existencia se convierta en un instante de extraordinaria regeneración. Que cada segundo de vuestra vida esté consagrado a beber lo Indecible..."
"Lo que Ellos me dijeron" Daniel Meurois